Tuesday 29 November 2011

Me gustan

Me gustan los lapices y me gustan las bicicletas. Con eso estaría todo dicho, si no tuviese una necesidad tan imperante como el sol en el mediodía del 2 de Enero de explicarles porqué son tan divertidos. 

Pascualina Hipster y un Cupcake bien twee.
Ni siquiera Mercurio en retrogrado (que merece un post a parte) podía arruinar el fin de semana, tan planeado con antelación hasta el más mínimo detalle. Orgulloso y poco humilde, voy a mencionarles que cocine una tarta de manzanas, un par de roquefort con tomate, empanadas y pascualina, que tuvieron buena repercusión, lo cual fue como una caricia a mi ego gastronómico; creo que cocinar para amigos/ o gente especial es una de las ocasiones en que más disfruto cocinar. 



Vino +  vasos de plástico = tender
Renata, quién ligó algo de la comida sobrante nos dijo a los hombres cocineros del grupo que nos merecíamos 2 novias cada uno, igual la cocina es claramente una excusa para buscar mujeres que so far not good. Las mujeres, ocupando el rol de quizás las más ocupadas del grupo (extragrupalmente hablando) eran las más tranquilas al rededor del mantel, quejándose de las discusiones banales que teníamos los hombres. Tomábamos vino en vasos de plástico y comíamos cupcakes de coco o minicupcakes bañados en chocolate blanco y frutillas mientras escuchábamos a Lou, Guille, Jorgito y Diego tocar la guitarra. Escuchaba atentamente a Pao cantar Justin Bieber alegremente pese a estar expuesta al sol y miraba a Ceci como si se dedicara proyectar su futuro una y otra vez, analizando el devenir de las cosas de antemano mientras jugaba con un juguete de niñas sobre su rodilla. Renata guardaba los momentos en su cámara de la manera más tierna posible, enfocando especialmente las cosas más twee del escenario. Y aunque pudiese pecar de ser un escenario (estudiado, diseñado y armado) era lindo por naturaleza. Seguíamos tomando  vino escondiendo nuestro vasos del guardaparques mientras el champagne nos esperaba nadando entre el hielo. Hasta que nos fuimos, dejando el parque tal y como estaba, ni una servilleta más en el pasto ( y eso fue un indicio de que estamos todos tan en la misma onda aveces que es fácil entusiasmarse con los proyectos en conjunto, o al menos con la onda que podrían llegar a tener)


Combo picnic completo



Grass Moustache de Lou, un clásico




Estoy distraído para escribir y no me esta satisfaciendo demasiado, quizá abandone este espacio un poco hasta que lo vuelva a disfrutar como debería. 

El picnic en el botanico esta checked, creo que en la lista seguiría la isla en Marzo. 

Sunday 6 November 2011

Si será contingente la cosa

Que mi mente deja de sentir esa bella necesidad por el cuerpo femenino. Esa que hipnotiza mi cuerpo y esclaviza a mi voluntad dejándola completamente a su merced. Aún esa bella necesidad, de a ratos se va y puedo perderme en la cocina haciendo tacos y quesadillas para mis amigos sin tener que estar hablando de, o mostrandole fotos de una chica por alguna red social (si, algunos hombres hacemos eso cuando nos juntamos y si, al menos yo y mis amigos somos terribles babosos). Pero llega un momento en el que ya no importan demasiado, en el cual ya absorbidos por una maratón de videojuegos nuestros cuerpos piden a gritos aire libre  y música. Snacks y yummys. Éxitos de los 90's a todo lo que da en el camino. Cuando ya la música se convirtió en el imperio que dirige nuestras acciones, bajamos del auto y nos infiltramos en terrenos desconocidos. Al cual accedemos ante la despreocupada mirada de los patovicas, quién sorpresivamente no desconfían de nuestro atuendo (bastante diferente al resto, incluso por la complexión física  ) y voìla, 3 debiluchos en el templo de la fuerza.  


Una vez adentro es más fácil, la música está en nosotros y poco importa si la pista esta vacía o no, si hay demasiados hombres o son todas mujeres (igual siempre intentamos ubicarnos bien, cerca de algún grupo de chicas) pero el objetivo es uno solo, hacer la pista nuestra. Ayer fue así. El toto, un gran amigo nuestro que nos enseño que no hay que saber bailar, siempre y cuando sientas la música vas a saber que hacer. Y tal cual, somos 3 mosqueteros que poco les importa encararse a una mina en ese momento, o ser el blanco de las burlas de cualquiera. Solo el baile y nosotros y las sonrisa cómplice dibujada en la cara de los 3 de saber que eso es vida mientras sonaba "Superfreak" y era para nosotros. La vida esta llena de esos pequeños momentos de felicidad. El nuestro de ayer duro aproximadamente  media hora. Salimos afuera y contentos ahora si, baboseamos un poco con alguna chica que en medio de una noche de calor y supongo que de un poco de alcohol optaron por andar meneándose en bikini en medio de la noche, igual fue poco llamativo eso dentro de todo, no es tan lindo que las mujeres anden así por la vida... o si? jaja no importa igual.

Volvimos al auto, escuchamos "My Feelings for you" de Cassius para despedirnos del genero mientras Jamiroquai hacia las veces de degrade para ir atenuando nuestros ánimos. Fue divertido.